viernes, 28 de septiembre de 2007

Inseguridad delictiva

AUTO TESTIMONIAL

22 de diciembre de 2006: La noche que “volví a nacer” junto a mi papá. Tras “sobrevivir” a un violento y milagrosamente abortado asalto a mano armada… esta nota de opinión auto testimonial es mi manera de contar la historia de la realidad de la que nadie está exento.

Ojos de fuego encendidos por la droga, odio, euforia, locura. La amenaza de “vida o muerte”, como un simple juego de cara o ceca. El pánico y la adrenalina de saber que los “pibes chorros” tienen la moneda.
Sólo milésimas de segundo y un metro de distancia separan a la víctima del arma homicida. Gritos y llanto interfieren el ruido del constante ostinato: “No, no, no. Por Dios. No me mates”.
Es el testimonio de quienes hoy “lo pueden contar” como el hecho de violencia más extrema que les tocó vivir como sobrevivientes del flagelo de la inseguridad en la Argentina.
La realidad es el juez inapelable que entierra las opiniones de los funcionarios que sostienen, sin temor a que su nariz crezca, que la creciente y gravísima inseguridad no es un problema esencial sino sólo una magnificación de los medios informativos. Sin embargo, la preocupación por la falta de seguridad se mantiene a la cabeza y en aumento con el 65 por ciento, según las encuestas como la de la consultora CEOP, que la ubican mucho antes que la preocupación por la economía, la pobreza y la inflación. Pero todos estos puntos están ligados como siameses.
A medida que aumenta la desigualad social se incrementa la delincuencia protagonizada, en la mayoría de los casos, por quienes quedan “marginados” de la sociedad. Marginación que,
sin duda también es un hecho de violencia social.
Pero lamentablemente la violencia cultural es menos visible porque responde a un problema tan estructural, existencial, complejo y multifacético como imposible de ignorar.

2 comentarios:

Jimena Dilota dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hola jime, muy bueno el blog, pero se que estará mejor dentro de pronto.